Lo importante no es el qué si no el cómo.
Es muy cierto que “el amor entra por los ojos” y no nos referimos únicamente a una relación de pareja, sino a las relaciones personales en general, ya que la impresión que generes ante los demás te abrirá las puertas o de plano te las cierra.
De acuerdo con el asesor de imagen, Álvaro Gordoa, la apariencia es una percepción y eso se convierte en la identidad, de la que cada uno de nosotros somos responsables y tenemos la capacidad de modificarla, mejorarla o hasta destruirla.
Para ello, no es necesario “clonarse” con nadie, sino de reconocer tu esencia (quien eres), tus objetivos y necesidades de acuerdo con el círculo en el que te desenvuelves, trabajo, escuela, familia, etcétera y adaptarla para presentarla en el momento adecuado.
Las metas variarán de acuerdo con la persona y lo importante es conseguirlas explotando tus propias cualidades y siendo auténtico.
Es muy cierto que “el amor entra por los ojos” y no nos referimos únicamente a una relación de pareja, sino a las relaciones personales en general, ya que la impresión que generes ante los demás te abrirá las puertas o de plano te las cierra.
De acuerdo con el asesor de imagen, Álvaro Gordoa, la apariencia es una percepción y eso se convierte en la identidad, de la que cada uno de nosotros somos responsables y tenemos la capacidad de modificarla, mejorarla o hasta destruirla.
Para ello, no es necesario “clonarse” con nadie, sino de reconocer tu esencia (quien eres), tus objetivos y necesidades de acuerdo con el círculo en el que te desenvuelves, trabajo, escuela, familia, etcétera y adaptarla para presentarla en el momento adecuado.
Las metas variarán de acuerdo con la persona y lo importante es conseguirlas explotando tus propias cualidades y siendo auténtico.
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